La compañía ve buenas perspectivas para el sector, aunque advierte de riesgos como los derivados de China y del comercio de emisiones.
Pese a la crisis derivada de la importación de acero chino, 2016 ha sido un buen año para ArcelorMittal en Europa. A pesar de estos buenos resultados, la multinacional sigue advirtiendo sobre las amenazas que se ciernen sobre la industria del acero y se fija, sobre todo, en dos: el peligro de conceder a China el estatus de economía de mercado, lo que dejaría «desprotegido» al sector y el problema derivado del comercio de emisiones. Para sortear el primero de los problemas, Arcelor insiste en la necesidad de que la Unión Europea reforme sus instrumentos de protección comercial para imponer medidas defensivas con mayor velocidad y también más duras.
Arcelor advierte que con el comercio de emisiones de la actual legislación, «que no comprende la realidad del proceso productivo del acero», supondría un sobrecoste de diez euros por tonelada en 2021, cifra que se elevaría a 28 euros en 2030. «Algo insostenible», según la empresa.ç
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