El sector de la construcción alcanzó el pasado año su punto de inflexión y por primera vez cerró el ejercicio en positivo, con un incremento de entre el 2 y el 4%, tras encadenar sucesivas caídas desde 2007. En estos años la construcción ha sufrido un fuerte ajuste debido a la reducción de la obra pública y la caída de la edificación residencial que han provocado la desaparición de numerosas empresas.
En 2015, el sector comenzó su recuperación gracias a que segmentos como la rehabilitación y la reforma han repuntado y ya representan un tercio de su producción. También se ha recuperado la edificación residencial gracias principalmente a la mejora de la financiación por parte de las entidades bancarias y a la llegada de fondos de inversión que han reactivado la obra nueva, al tiempo que las ventas de viviendas de segunda mano siguen al alza, superando incluso los mejores registros alcanzados en pleno boom inmobiliario.